Reconocido por su trayectoria laboral y su entrega como padre soltero, Toño es homenajeado como un ejemplo de vida y superación en el Día del Padre.
En el marco del Día del Padre, SEAPAL Vallarta rinde homenaje a los hombres que han sabido forjar no solo un camino dentro de la institución, sino también en sus hogares, entre ellos destaca, Antonio González Morales, mejor conocido como Toño, un padre ejemplar y trabajador incansable que ha entregado más de tres décadas de su vida al servicio de los vallartenses.
Toño ingresó al organismo en 1990 como mecánico de medidores en el departamento de Micromedición, donde, rodeado de compañeros que recuerda con cariño, aprendió los oficios que marcarían su vida profesional.
Durante 20 años se formó y creció, hasta dar un paso más en su desarrollo personal y laboral al integrarse al área de Control Supervisorio, donde hoy continúa su trayectoria con orgullo. Actualmente, su labor lo lleva a lo más alto, al encargarse, entre otras encomiendas, del mantenimiento y redirección de antenas en torres de comunicación de hasta 33 metros de altura.
No es un trabajo sencillo, pero lo ejecuta con valentía y precisión, sabiendo que su esfuerzo permite que pozos, tanques e instalaciones se comuniquen de forma eficiente mediante el moderno sistema de monitoreo del organismo, lo que contribuye a brindar un mejor servicio a la ciudad. “El día que pierda el miedo por completo en una torre, será peligroso, ese respeto me mantiene concentrado”, confiesa.
Pero si algo ha definido a Toño, más allá de su desempeño técnico, ha sido su corazón de padre. Dulce Anel, Óscar Oswaldo y Ezequiel Alejandro, sus tres hijos, quienes hoy son ya adultos, fueron su mayor inspiración durante los momentos más desafiantes de su vida.
Por azares del destino, tuvo que asumir con entereza el rol de madre y padre al mismo tiempo, sin dejar de cumplir con sus responsabilidades laborales. “Fue complicado, pero mis hijos lo valían todo; en SEAPAL encontré no solo un empleo, sino una familia que me dio fuerza, consejos y solidaridad”, recuerda con emoción.
Sus hijos crecieron viendo a su padre trabajar con entrega y constancia, y aún conservan en su memoria los eventos de la Familia SEAPAL que marcaron su infancia. Hoy, ya independientes, ellos son su mayor orgullo. “Este ejemplo es mi legado para ellos”.
A sus 51 años, Antonio González Morales representa el espíritu de SEAPAL Vallarta: compromiso, trabajo en equipo, pasión por el servicio y amor por la familia. En su historia, celebramos a todos los padres que cada día, con sus manos y su corazón, construyen un mejor Puerto Vallarta.