“En la sangre de ellos nos tenían hincados de rodillas”, dijo uno de las personas que estuvo en el rancho Izaguirre, en donde el CJNG adiestraba sicarios
heraldodemexico.com.mx
El 5 de marzo pasado, el colectivo “Buscadores Guerreros de Jalisco” encontró tres crematorios clandestinos en donde se habían inhumado cientos de restos humanos en un rancho llamado Izaguirre, ubicado en La Estanzuela, en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, en donde se han ido revelando más testimonios de supuestos sobrevivientes en ese lugar y porqué encontraron el lugar abandonado.
De acuerdo con dichos testimonios, el lugar era un centro de adiestramiento del crimen organizado, en un territorio dominado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El municipio de Teuchitlán se ubica a una hora de distancia de Guadalajara, la capital del estado.

El hallazgo fue posible gracias a una denuncia anónima que recibió el colectivo “Buscadores Guerreros de Jalisco”, quienes buscan a sus familiares en el estado con más personas reportadas como desaparecidas, con 15 000, según la Comisión Nacional de Búsqueda.
Desde la tarde del 6 de marzo, los activistas comenzaron a publicar en sus redes sociales videos y fotografías de lo encontrado en el predio de adiestramiento de sicarios del CJNG. Entre lo hallado se encuentran más de 400 zapatos, mochilas, cartas, cuadernos, ropa, maletas y fotografías, que fueron publicadas con el propósito de ayudar a las familias a reconocer algo de las personas que buscan.
Otro grupo de cárteles
Con el paso de los días ha surgido más información y testimonios de gente que estuvo secuestrada, pero también de supuestos secuestrados, entre ellos el de un hombre que asegura haber sobrevivido al rancho Izaguirre, en donde relata que había 16 sicarios vestidos con ropa táctica y “muy bien armados”.
Sin embargo, la persona que dio el testimonio para el periodista Ignacio Lozano aseguró que cuando se encontraba secuestrado en el predio en donde e hallaron los tres crematorios clandestinos, otro “grupo de cárteles y se agarraron a plomazos”. El otro grupo del crimen organizado se llevó a los secuestrados a un predio de 3 niveles, en donde también los mantuvieron retenidos.
“Donde estaba yo de rodillas ya habían matado a unos ecuatorianos y en la sangre de ellos nos tenían hincados de rodillas. Vi cómo amataban a las víctimas de ahí del mismo lugar para que no encontraran huellas, ahí también matan a la pobre gente mexicana que no se ofrece como voluntaria”, aseguró el sobreviviente.
De acuerdo con el testimonio, él y otros secuestradores lograron sobrevivir, lo que calificaron como un milagro, pues en el lugar había migrantes hondureños y ecuatorianos, así como mexicanos que fueron asesinados.