Plumazo

Por Nayar Araiza López

El rugido del león dormido de Giovanni A. Figueroa Mejía

• Cuando los universitarios deciden pensar… y votar

El profesionista tuxpeño Giovanni A. Figueroa Mejía está haciendo algo inusual: se está colando entre los primeros lugares en la elección de Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Va en segundo lugar entre los candidatos hombres. Algo no pronosticado, ya que no, no viene arropado por cúpulas ni por membretes partidistas. No hay padrinos visibles, ni reflectores a su favor.

Giovanni es egresado de la Preparatoria 5 de Tuxpan, Nayarit y de la entonces Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit, donde también ha sido docente. Sí, de esa universidad pública que muchos centralistas todavía miran por encima del hombro, desprecian como si fuera periferia académica, como si pensar con acento nayarita fuera menos, lo que es una muestra a la vez, de la calidad de la UAN, puesto que el tuxpeño pasó todos los filtros académicos para lograr su candidatura.

Pero lo más relevante es cómo lo está logrando, su campaña la realizó preferentemente en las universidades públicas. Así, con pocos recursos y sin escenografía mediática, fue al corazón del pensamiento crítico, a los auditorios de las universidades en donde aún resiste la dignidad académica.

Y el resultado está ahí, los votos que hoy lo impulsan vienen de ese sector que muchos daban por muerto. Los universitarios. Ese león dormido que parecía haber sido domesticado, desinteresado, silenciado.

¿Será que empieza a moverse? Aunque la participación fue mínima, el rugido se escuchó. Bajito, sí… casi como un bostezo. Pero se escuchó. Ojalá no le hagan trampa. Porque si algo molesta al poder, es que alguien ajeno a sus planes venga a arruinarles la escenografía. Va.

                                                         
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