Para garantizar la seguridad de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, hombres armados cerraron el restaurante, impidiendo la entrada o salida de los comensales.
Ovidio ‘El Ratón’ e Iván Archivaldo Guzmán, los hijos de Joaquín Guzmán Loera, no son los únicos que se han tomado la libertad de ir a restaurantes, pues ‘El Chapo’, narcotraficante mexicano, también solía visitar diferentes sitios para comer.
Y a diferencia de Ovidio, quien disfrutaba de ir por postres a The Cheesecake Factory, ‘El Chapo’ Guzmán comía otro tipo de preparaciones e incluso en una ocasión acudió a un restaurante de mariscos.
La visita de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán al establecimiento ocurrió antes de que el fundador del Cartel de Sinaloa escapara del penal del Altiplano en 2015, cuando hizo uso de un túnel para fugarse de las autoridades.
¿Cómo fue la visita de ‘El Chapo’ Guzmán a ‘Las Palmas’?
Joaquín Guzmán Loera acudió a comer al restaurante Las Palmas, especializado en la venta de mariscos, una tarde de noviembre, según relata el periodista Malcolm Beith en su libro El último narco: El Chapo.
Y aunque parecía un día cualquiera, la tranquilidad del lugar se vio alterada cuando un comando armado ingresó al lugar para informar que ‘El Chapo’ estaba por entrar, por lo cual se tomarían ciertas medidas.
“Caballeros, por favor. Concédanme un momento de su tiempo. Va a venir un hombre, el jefe. Les pedimos que se queden en sus lugares”, explicó uno de los empleados del narcotraficante a los 30 comensales que estaban en el restaurante.

Para garantizar la seguridad del padre de Édgar Guzmán, los hombres solicitaron a todos los clientes que entregaran sus celulares, también les explicaron que las puertas de Las Palmas se cerrarían mientras ‘El Chapo’ estuviera dentro.
“Las puertas se cerrarán y no se permitirá que nadie salga. Tampoco pueden usar sus celulares. No se preocupen; si hacen todo lo que les pedimos, no pasará nada. Sigan comiendo y no pidan la cuenta. El jefe pagará. Gracias”, comentaron, de acuerdo con el autor del libro.
Según con el relato, cuando el narcotraficante ingresó, comenzó a saludar a las personas que estaban presentes en el lugar, el cual está ubicado en la colonia Las Quintas de Culiacán, de manera amable.

“Le dio la mano a todos, presentándose y ofreciendo el tradicional saludo: ‘A sus órdenes’”, escribió. Esta fue la única interacción que tuvieron con el padre de Ovidio Guzmán, debido a que se fue a comer en un salón que estaba apartado de los demás comensales.
¿Qué pasó tras la visita de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán al restaurante?
Aunque Malcolm Beith relata que los clientes “se quedaron inmóviles, estupefactos, incómodos y asustados”, ‘El Chapo’ pudo disfrutar de un “festín de carne y camarones”, el cual tuvo una duración aproximada de dos horas.
Mientras esto sucedía, todas las personas esperaron para poder salir de Las Palmas y recuperar sus celulares, luego de que el exesposo de Emma Coronel acabó de comer, los civiles fueron liberados. ‘El Chapo’ presuntamente salió del lugar por la puerta trasera, de acuerdo con un reporte retomado por Los Angeles Times.
Y tal como lo prometió, presuntamente pagó la comida de todas las personas que habían ido a comer a este lugar: “los comensales vieron que sus cuentas habían sido saldadas. ‘El Chapo’ había mantenido su palabra”.

Esta no fue la única ocasión en la que ‘El Chapo’ presuntamente hizo uso de esta táctica, también sucedió en una visita a un restaurante ubicado en Ciudad Juárez, según con Los Angeles Times.
“Tuvo los mismos elementos: los teléfonos celulares fueron confiscados y las cuentas fueron pagadas”, explica el medio; sin embargo, los dueños negaron que el narcotraficante hubiera estado ahí.
Al respecto, en el libro El último narco: El Chapo, Malcolm Beith indica que esta es una situación común, ya que sucedió algo similar luego de que se reportó una visita de Joaquín Guzmán en un restaurante de Nuevo Laredo.

“El chef negó vehementemente que hubiera ocurrido. Pero el FBI confirmó los relatos de los testigos”, indica el periodista.
Las visitas de ‘El Chapo’ a restaurantes no son extrañas, debido a que un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos informó al New Yorker que ‘El Chapo’ es un fanático de la comida gourmet.
La fuente también dijo que eran habituales las visitas del narcotraficante a los restaurantes elegantes: “La coreografía era siempre la misma. Los comensales se asustaban al ser sorprendidos por un grupo de sicarios, quienes, con cortesía, pero firmeza, les exigían sus teléfonos, prometiendo que se los devolverían al final de la noche”, asegura The New Yorker.