“Le están bajando apenas la sedación, entonces es poquito a poquito. Se está apenas como despertando, teniendo mucha ansiedad, por obvias razones, por el trauma”, explicó Maureen Papon, madre de la víctima.
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CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- En una conferencia de prensa, Maureen Papon, mamá de Valentina Gilabert, informó que su hija ya está despertando del coma inducido tras el ataque presuntamente cometido por la influencer de 17 años, Marianne “N”.
El pasado martes 11 de febrero, la acusada fue vinculada a proceso por el delito de lesiones dolosas luego de supuestamente haber apuñalado en múltiples ocasiones a Gilabert, quien tuvo que ser hospitalizada de emergencia. El hecho ocurrió el 5 de febrero al sur de la Ciudad de México.
De acuerdo con reportes, el atentado fue incentivado por un ataque de celos que culminó en una reacción violenta por parte de la adolescente.
Luego de que el juez dictó prisión preventiva a Marianne “N”, los padres y abogados de Valentina se reunieron con diversos medios de comunicación para ofrecer nueva información sobre el caso.
Maureen Papon señaló que su hija salió del coma inducido, pero que en sus momentos de lucidez sufre de ansiedad:
“Le están bajando apenas la sedación, entonces es poquito a poquito. Se está apenas como despertando, teniendo mucha ansiedad, por obvias razones, por el trauma”.
También aseguró que Valentina sabe que su familia está con ella en todo momento: “Está a ratos abriendo los ojos y sabe que estamos presentes”.
Sobre el estado de salud de Gilabert, sus familiares informaron: “Sigue en terapia intensiva, esperemos que pueda pasar a terapia intermedia en los próximos días, pero todavía no hay certeza”.
Al ser menor de edad, las sanciones para Marianne “N” por el delito presuntamente cometido son reguladas con base en la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, la cual establece que los jóvenes entre 12 y 17 años que infrinjan la ley serán sometidos a un sistema de reintegración social y no recibirán castigos equivalentes a los adultos. En su caso, la pena máxima que podría purgar es de cinco años.