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Kristi Noem se pone ruda con las visas: Advierte a Harvard por estudiantes extranjeros

Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump acusó a Harvard de permitir abusos por parte de sus estudiantes extranjeros y de fomentar un ambiente hostil hacia los alumnos judíos.

elfinanciero.com.mx

¿Por las buenas o por las malas? El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, encabezado por Kristi Noem, ordenó a la Universidad de Harvard entregar documentación relacionada con estudiantes extranjeros. La solicitud fue realizada mediante un requerimiento administrativo, tras argumentar que la institución se ha negado a colaborar de manera voluntaria.

En redes sociales, Kristi Noem afirmó que Harvard se niega a colaborar con las autoridades estadounidenses y señaló que otras universidades permiten que sus estudiantes extranjeros abusen de sus privilegios migratorios.

“Si Harvard no defiende los intereses de sus estudiantes, lo haremos nosotros. Intentamos hacer las cosas por las buenas con Harvard. Ahora, debido a su negativa a cooperar, tenemos que hacerlo por las malas. Harvard, al igual que otras universidades, ha permitido que estudiantes extranjeros abusen de sus privilegios de visa y propugnen la violencia y el terrorismo en el campus”, expresó la funcionaria de seguridad.

Esta situación representa una nueva escalada en el conflicto entre la administración de Donald Trump y Harvard, cuyo objetivo es presionar a la institución educativa para que entregue la información de sus estudiantes, en cumplimiento de las leyes migratorias vigentes desde enero de 2020.

En conferencia de prensa, el mandatario estadounidense afirmó que “Harvard ha sido muy mala” por permitir expresiones antisemitas, aunque expresó su confianza en que las presiones surtan efecto y se alcance un acuerdo entre el gobierno y las universidades.

¿Cómo empezó el conflicto entre Donald Trump y Harvard?

Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump acusó a Harvard de permitir abusos por parte de sus estudiantes extranjeros y de fomentar un ambiente hostil hacia los alumnos judíos, por parte de los manifestantes en favor de Palestina.

Las acusaciones llegaron al punto de que Donald Trump, como primera medida, decidió cancelar fondos de subvenciones para la universidad, bajo la premisa de que no se estaban cumpliendo con las normas antidiscriminatorias.

Posteriormente, el gobierno de Estados Unidos revocó la certificación de Harvard para impedir que inscribiera a nuevos estudiantes extranjeros con visas F-1 o J-1.

La medida se justificó argumentando que la universidad presentaba fallas en la supervisión de estos alumnos, quienes presuntamente promovían la violencia y difundían ideologías extremistas. Ante la situación, Harvard interpuso una demanda y logró frenar temporalmente la revocación mediante una suspensión judicial.

A mediados de junio, Donald Trump amenazó a Harvard con quitarle su acreditación institucional en caso de no mostrar cooperación.

Ante el rechazo, el gobierno de Estados Unidos ahora demanda que la universidad entregue la documentación de sus estudiantes, como expedientes académicosreportes disciplinarios y registros de participación en protestas o actos políticos.

La Universidad de Harvard cuenta con alrededor de 6 mil 800 alumnos extranjeros, de acuerdo con datos de su último año académico, lo que representa aproximadamente el 27 por ciento de su población estudiantil.

Harvard argumenta que la administración de Donald Trump está tomando represalias contra ella y pisoteando su derecho a la libertad de expresión, amparado por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

“Las represalias de la administración se producen mientras Harvard continúa defendiéndose a sí misma y a sus estudiantes, profesorado y personal contra las perjudiciales extralimitaciones del gobierno, cuyo objetivo es dictar a quiénes pueden admitir y contratar las universidades privadas, y qué pueden enseñar”, señaló Jason Newton, un portavoz de la Universidad de Harvard.

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