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Ciudad de México. Casi la totalidad de las personas en México (96 a 98 por ciento) está de acuerdo en que fumar cigarros es dañino para la salud de quienes lo hacen, así como de los que están expuestos al humo, reveló la Encuesta Nacional sobre percepción de impuestos al tabaco realizada a poco más de 15 años de la entrada en vigor de la Ley General para el Control del Tabaco y las acciones de política publica para erradicar esta adicción y sus consecuencias.
La mayoría de los entrevistados (79 por ciento) aprueba el aumento en el impuesto al consumo de estos productos y destaca que entre los individuos que actualmente fuman, 64 por ciento también respalda la medida.
De los no fumadores, 87 por ciento apoya ese incremento, así como 77 por ciento de los ex fumadores.
En cuanto a que dicho gravamen sea de tres pesos por cigarrillo, 68 por ciento estuvo de acuerdo; y del total, la mitad de los fumadores, 78 por ciento de los no fumadores y 66 de quienes han fumado en el pasado.
Los resultados de la encuesta se presentaron en conferencia convocada por la organización civil Salud Justa Mx. Ahí se informó que fue realizada por la consultora Dinamia entre mil habitantes del país y encontró que 51 por ciento de los participantes no fuma ni lo ha hecho en su vida; 27 por ciento son fumadores; y 22 por ciento no lo hace ahora, pero sí fumó en el pasado.
De las personas que declararon ser fumadoras, una tercera parte reconoció tener un gasto de más de 200 pesos a la semana para adquirir los productos del tabaco, mientras que 23 por ciento destina entre 100 y 200 pesos.
Del total de entrevistados, 90 por ciento estuvo de acuerdo en que se tomen medidas en el país para prevenir y tratar las enfermedades asociadas al tabaquismo. De igual forma, un tercio señaló que los recursos obtenidos por el cobro de impuestos al consumo de cigarros se deberían destinar al sector salud; a la educación (16 por ciento), a obras públicas (12 por ciento) y a la atención de la pobreza (10 por ciento).
Sobre la posibilidad de aumentar el precio de los cigarros, a través de un impuesto el cual, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la medida más efectiva para desalentar el consumo, 59 por ciento de los entrevistados coincidieron en que tendría ese efecto en las personas; 71 por ciento piensa que ayudaría a que se fume menos y 60 por ciento dijo que sería un aliciente para el abandono de la adicción.
Luz Myriam Reynales Shigematsu, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública comentó que los impuestos al tabaco “son una herramienta de salud pública costo-efectiva, pues reduce el inicio del consumo entre los jóvenes no fumadores, la prevalencia de consumo entre los adultos fumadores y las recaídas entre los ex fumadores”.
Indicó que con el aumento al gravámen para situarlo en tres pesos por cigarro, contribuiría para que México alcance las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), disminuya la prevalencia de consumo tabaco de 15.6 a 12.5 por ciento. Esto traería beneficios a la salud individual y poblacional en los 10 años siguientes.
Claudia Moreno de Salud Justa Mx señaló que después de más de 14 años sin que se haya tenido un aumento real en el impuesto, ya se ha perdido el efecto para desalentar el consumo. “Si los impuestos no aumentan más rápido que la inflación, su impacto en la reducción del consumo se debilita”, sostuvo.