Expertos revelan cómo evitar que este alimento tan importante pierda su sabor y textura con el tiempo
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Pocas cosas representan tanto a México como una tortilla bien hecha. Ya sea de maíz o de harina, este alimento ancestral no solo es la base de innumerables platillos, sino también un símbolo de identidad y cultura.
Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que conservarlas de manera incorrecta puede arruinar su sabor, su textura y hasta provocar que se echen a perder en cuestión de días.
Desde el momento en que se enfrían, hasta la forma en que se almacenan, hay una combinación de técnicas sencillas que son cruciales para preservar la frescura de este alimento.
¿Cómo conservar las tortillas de maíz?

La refrigeración es un factor clave para evitar que las tortillas se deterioren rápidamente o se vuelvan duras y secas. Mantenerlas a temperatura ambiente por periodos prolongados puede acelerar su descomposición.
Además, es fundamental dejarlas enfriar completamente antes de guardarlas, ya que almacenarlas aún calientes puede generar humedad, lo que podría afectar su calidad, según Milpa Viva, red mexicana de productores que promueve el cultivo de maíz criollo nixtamalizado.
Una vez frías, se recomienda envolverlas en una manta o servilleta de tela antes de colocarlas en una bolsa plástica, lo que ayuda a equilibrar la humedad y previene la formación de hongos.
El uso de bolsas herméticas también es una estrategia eficaz para conservar las tortillas. Estas bolsas permiten mantener un ambiente controlado de temperatura y humedad, prolongando su frescura y suavidad.
Separar las tortillas antes de calentarlas y humedecerlas ligeramente con agua puede mejorar su textura al momento de consumirlas.
El mejor método para conservar tortillas de harina

Una de las principales recomendaciones para conservar este alimento es utilizar envolturas herméticas, como bolsas de plástico selladas o recipientes cerrados, para evitar la pérdida de humedad y la absorción de olores que puedan alterar su sabor.
Además, es importante asegurarse de que los recipientes estén limpios y libres de olores fuertes, de acuerdo con la empresa TIA, una empresa dedicada a la fabricación de aditivos para alimentos.
El control de la temperatura también juega un papel crucial. Aunque las tortillas de harina pueden mantenerse a temperatura ambiente por un tiempo limitado, la refrigeración es una opción preferible si se planea almacenarlas por más tiempo.
En este caso, es esencial que permanezcan en recipientes sellados para evitar que se endurezcan o absorban humedad del refrigerador.
La congelación es otra estrategia recomendada para prolongar la vida útil de las tortillas de harina. Es aconsejable dividir las tortillas en porciones antes de congelarlas y envolverlas en plástico, asegurándose de eliminar el exceso de aire para prevenir quemaduras por congelación.
Al descongelarlas, se pueden calentar directamente en un comal o en el horno para recuperar su frescura.
Finalmente, es importante consumir primero las tortillas más antiguas y dejar las más recientes para después. Así se reduce el desperdicio de alimentos y se asegura consumir siempre comida en buen estado.