El gobierno de Nayarit sepulta la cultura para levantar un estadio, denuncian activistas

Colectivos culturales denuncian que el gobierno estatal inició la demolición de la Ciudad de las Artes el pasado 2 de junio para construir un estadio con valor estimado de 300 a 500 millones de pesos, sin consulta pública ni permisos transparentes.

Fotos: Obras de Arte Comentadas

El gobierno de Nayarit, encabezado por Miguel Ángel Navarro Quintero, comenzó el pasado 2 de junio la demolición de la Ciudad de las Artes, un complejo cultural ubicado en el corazón de Tepic, para dar paso a la construcción de un nuevo estadio de fútbol con un presupuesto estimado de 300 a 500 millones de pesos. La decisión desató una ola de críticas y protestas por parte de colectivos culturales, artistas, activistas y ciudadanía, que denuncian la destrucción de uno de los principales espacios públicos dedicados al arte en el estado.

Desde el inicio de la demolición, activistas documentaron y difundieron en redes sociales imágenes y testimonios que denuncian la falta de sensibilidad cultural por parte del gobierno estatal. Incluso sus denuncias en las redes sociales han trascendido a nivel internacional, en medios que difunden esta problemática social. Mientras tanto, las redes se inundan de expresiones de reproche hacia el gobernador de Morena: “El gobierno prefiere demoler cultura para construir cemento. En Nayarit parece que el arte estorba y la salud puede esperar por un estadio de 300 millones de pesos”, se lee en una de las publicaciones más compartidas. Otros señalan con crudeza la dimensión simbólica del acto: “Un Gaza en Tepic”, comparando la devastación con la violencia en Medio Oriente. “Es un duelo para el alma colectiva el sacrificar un templo del arte y la cultura para colocar sobre sus ruinas un altar del fútbol”, afirman.

El proyecto del estadio fue retomado por el actual gobernador tras años de haber sido cancelado por falta de recursos. El pasado 6 de mayo, Navarro Quintero encabezó el acto oficial de arranque de la obra, que contempla una capacidad para 12,600 personas, áreas comerciales y la promesa de alojar en su sótano a la Escuela Estatal de Bellas Artes, que actualmente operaba en la Ciudad de las Artes. El gobierno sostiene que el nuevo estadio será nombrado en honor al deportista nayarita Nicolás Álvarez Ortega.

La Ciudad de las Artes fue inaugurada hace poco más de una década durante el mandato del exgobernador priista Roberto Sandoval Castañeda —hoy preso e investigado por la FGR por lavado de dinero —, con una inversión pública superior a los 500 millones de pesos. Contaba con anfiteatro, escuelas de música, talleres de pintura, oratoria y escultura, así como zonas arboladas y deportivas. Organizaciones civiles aseguran que el Congreso local la declaró como zona cultural estatal, por lo que su demolición carece de sustento legal.

Carlos Lara, abogado y representante del despacho jurídico Artículo 27, confirmó que este lunes se presentará un amparo para exigir la suspensión de las obras. “No se trata solo de una demolición: es una regresión jurídica, ambiental y social. Se están destruyendo bienes públicos y culturales sin consulta ni permisos del Ayuntamiento de Tepic”, explicó.

Por su parte, la gestora cultural Lissette Álvarez Cazola señaló que incluso los estudiantes de la Escuela de Música fueron desalojados sin previo aviso y sin que se haya explicado a las comunidades vecinas qué se va a construir ni cómo les afectará. “Es una atrocidad tras otra. Y nuestra forma de protestar es con arte, con artistas tocando en medio del derrumbe”, dijo.

Las autoridades estatales han prometido reubicar cerca de 200 árboles como parte del «compromiso ecológico» del proyecto, y anunciaron una “mega reforestación” una vez concluido el estadio. No obstante, ambientalistas como Isaac Cárdenas advierten que no existe garantía alguna de que los árboles sobrevivan y consideran que la obra representa una agresión tanto cultural como ecológica. “La Ciudad de las Artes puede y debe recuperarse para la cultura. No para el cemento. No para el negocio. Esta lucha es por el presente y el futuro de Nayarit”, declaró.

El caso será presentado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para solicitar una revisión de fondo. Mientras tanto, las retroexcavadoras avanzan y con ellas, aseguran los colectivos, también avanza el olvido institucional hacia la cultura en Nayarit.

                                                         
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