Por Nayar Araiza López
La UAN el costal de box predilecto
• Disputas internas, intereses personales y la verdad detrás de la polémica
• No hay protección ni acciones ilícitas dentro de la UAN; al contrario, se siguen combatiendo los últimos rescoldos de viejas prácticas
La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) se ha convertido, indiscutiblemente, en el “costal de box” favorito para golpear. ¿Por qué? Porque el tema vende y cada vez que alguien quiere llamar la atención, saca a relucir la supuesta “corrupción” o “malos manejos”, y acusa a la institución de proteger privilegios inexistentes. Son historias que solo viven en las “mentes torcidas” de algunos universitarios desleales, quienes, con sus intereses personales afectados, se inconforman y alimentan a “medios enojados” por no contar con convenios de prensa. ¿El motivo? Simple: “no hay dinero”. Y los pocos convenios que se firman, cada “venida de obispo” se pagan, puntualizando que aquellos que “pegan” quieren cantidades estratosféricas por difundir la actividad universitaria, lo cual, evidentemente, es imposible conceder.
Un ejemplo claro es lo que ha sucedido en las últimas semanas con la doctora Paola de la Gradilla, Secretaria de Educación Media Superior de la actual administración, a quien absurdamente acusaron de no estar titulada a nivel licenciatura —cuando en realidad cuenta hasta con posgrado—. Ella ha sido el pretexto perfecto, porque el fondo es “fastidiar” a la Rectora Norma Liliana Galván Meza. Detrás de esta andan algunos universitarios resentidos por no haber sido designados directores, subdirectores o coordinadores de programa en las recientes renovaciones de al menos 10 unidades académicas. Entre ellos destaca uno muy bravo que, a pesar de no reunir los requisitos para dirigir la Preparatoria de Compostela, sigue “buscándole chichis a las gallinas”, inventando toda clase de historias.
Otro personaje que no se queda atrás es un “porro”, ex Secretario General de la FEUAN, recientemente expulsado y destituido de su cargo estudiantil, de nombre Wilber Dikember Cervantes. Este sujeto es herencia del exdirigente Ángel Aldrete y ambos son abiertamente activistas del partido Movimiento Ciudadano, quienes utilizaban la federación como plataforma de poder y trampolín político. Además, operaban una red de presuntos negocios turbios en la Preparatoria 1, donde obligaban a grupos de egresados a contratar sesiones de fotografía (sin vínculo oficial con la institución), cobraban “piso” y exigían cuotas de hasta 50 desayunos diarios a la cafetería escolar y a vendedores de alimentos en los alrededores. Se dice, incluso, que mantenían una presunta red de “trata” de estudiantes, a quienes ofrecían al mejor postor con engaños.
Desde el inicio de la administración, la UAN —precisamente a través de la doctora Paola de la Gradilla— se ha enfocado en combatir estas prácticas que, por usos y costumbres, se habían instaurado en la Preparatoria 1 y eran controladas por el mentado “Wilber”. Por eso, no resulta extraño que él mismo financie e impulse esta “campaña negra” contra la funcionaria, la Rectora y, en general, contra la Universidad.
En cuanto al supuesto subdirector “protegido” de la recién creada Preparatoria 16, es importante aclarar la situación. El director de la Unidad Académica, Carlos Federico Lemus de la Paz, notificó mediante un oficio que el nuevo subdirector no se había decidido a dejar otro empleo. Ante esto, la rectora Norma Liliana Galván Meza ordenó la baja inmediata, en consonancia con la política institucional de que todo servidor universitario debe dedicarse plenamente a sus funciones dentro de la UAN.
Fue así como se removió de su cargo al Maestro Francisco Yazared Jiménez Barberena, tras confirmarse la incompatibilidad de horarios entre su puesto en la UAN y un segundo empleo. Pero él no fue el único caso: la Maestra Ixel Araceli Banderas Cruz también fue relevada de su cargo directivo en la misma unidad académica, por motivos idénticos. Ambos quedaron fuera de sus funciones desde el viernes 14 de febrero, aclarando que el informe se presentó el día 13, es decir, un día antes de la baja, nada que ver con las versiones publicadas en diversos medios.
¿Conclusión? No hay protección ni acciones ilícitas dentro de la UAN; al contrario, se siguen combatiendo los últimos rescoldos de viejas prácticas. Pero bueno, que le sigan pegando al costal. Al menos, por ahora, han dado un respiro a su “villano favorito”, Daniel Maldonado (esposo de la Rectora), y han decidido enfocarse en la doctora Paola de la Gradilla, quien ya se entrenó para recibir “chingadazos” y luce una “concha” de tortuga gigante que aguanta lo que sea. Va.