El alza en los homicidios fue detonado por el tráfico de armas desde EU y el fortalecimiento del narco, indica un estudio del Colmex. Este 4 de marzo la Corte estadunidense determinará si avanza la demanda de México contra armerías.
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BOGOTA (Proceso).– Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) los homicidios con arma de fuego en México rebasaron los 137 mil casos, una cifra sin precedentes, superior en 34.7% a lo registrado en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), de acuerdo con un estudio del Colegio de México (Colmex).
El trabajo elaborado por la investigadora del Seminario sobre Violencia y Paz del Colmex, Dulce Alicia Torres Hernández, indica que con López Obrador los homicidios con arma de fuego representaron 70.1% del total de asesinatos registrados en el sexenio.
El porcentaje de homicidios con arma de fuego registrados con López Obrador es el mayor desde que se realizan estadísticas de ese delito. En el gobierno de Vicente Fox (2001-2006) fue de 51.8%, con Felipe Calderón (2006-2012) subió a 63.4% y con Peña Nieto se elevó a 65.3 por ciento.
Este aumento, dice Torres Hernández a Proceso, no sólo se debe al tráfico de armas de fuego desde Estados Unidos, sino, también, al mayor poder que han alcanzado los cárteles de la droga en los últimos años, a la diversificación de sus actividades delictivas y al fortalecimiento de las redes de complicidad que los protegen en el sector público y en los ámbitos políticos.
“Hay muchos factores internos para explicar este fenómeno, y entre ellos definitivamente tenemos que hablar de la corrupción que existe”, indica la internacionalista y especialista en seguridad pública de la UNAM.
De acuerdo con los datos recopilados por Torres Hernández en el trabajo sobre armas de fuego del Seminario sobre Violencia y Paz del Colmex, a lo largo de este siglo se han incrementado de manera sostenida los homicidios cometidos con pistolas y rifles de asalto en México.
Los homicidios con arma de fuego ocurridos en el sexenio López Obrador se ubicaron en 137 mil 804, una cifra que es 4.4 veces mayor a la registrada con Fox y un 71% más alta que la reportada en el gobierno de Calderón (80 mil 333).
El salto de homicidios con armas de fuego en México coincide con la expiración, en 2004, de una ley federal que prohibía la venta de armas de asalto en Estados Unidos, y con la declaratoria de guerra de Calderón a los cárteles del narcotráfico, a finales de 2006.
En la administración de Calderón los homicidios crecieron 104% con respecto de los reportados en el gobierno de Fox, y los asesinatos con armas de fuego pasaron de 51.8 a 65.5% de un sexenio a otro.

El salto con AMLO
Torres Hernández explica que, desde el gobierno de Calderón, el porcentaje de homicidios cometidos con armas de fuego en México ha oscilado entre 60 y 70%, aunque los porcentajes más altos se alcanzaron en el sexenio de López Obrador, cuando la política de “abrazos, no balazos” fue incapaz de contener el aumento de la violencia en el país.
Por el contrario, los homicidios totales alcanzaron una cifra récord durante el periodo de gobierno de López Obrador al llegar a 196 mil 555, un 25.6% más que los reportados con Peña Nieto. Y de un sexenio a otro el porcentaje de asesinatos con armas de fuego pasó de 65.3 a 70.1%, es decir, avanzó 4.8 puntos.
De acuerdo con el estudio de la investigadora del Colmex, durante la administración del presidente morenista ocurrió un homicidio con arma de fuego en México cada 25 minutos en promedio. Entre 1990 y 2024, la cifra de mexicanos que han muerto por esta causa llegó a 686 mil 184, unos 20 mil 181 cada año en promedio.
De acuerdo con cálculos contenidos en el trabajo, el tráfico de armas de Estados Unidos a México oscila entre 200 mil y 873 mil cada año.
El Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales (Iheid, por sus siglas en inglés), con sede en Ginebra, calculó que en 2017 había 16.8 millones de armas de fuego en poder de civiles, 80% de las cuales son ilegales.
Un informe de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) señaló el mes pasado que un 74% de las armas incautadas en México y rastreadas hasta un comprador procedían de Estados Unidos.

Torres Hernández sostiene que algunas evidencias apuntan a que el tráfico de armas de Estados Unidos hacia México ha venido en aumento en los últimos años.
“Esta es una tesis que nos ayuda a explicar por qué el crimen organizado ha ido adquiriendo más poder, pero también hay que tomar en cuenta los factores internos como la corrupción, la debilidad del Estado de derecho y la diversificación de los delitos.”, asegura.
La especialista en seguridad pública dice que, lo que es un hecho, es que el poder del crimen organizado es mucho mayor del que se observaba hace 10 o 20 años.
Frente a las presiones del mandatario estadunidense, Donald Trump, para que México intensifique la lucha contra la fabricación y el tráfico de fentanilo y contenga los flujos migratorios, la presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto en mesa el tema del tráfico de armas hacia México,
El gobierno mexicano presentó varias demandas contra fabricantes y vendedores de armas en cortes de Estados Unidos, entre ellas contra las armerías Smith & Wesson, Barrett Firearms Manufacturing, Glock Inc, Colt´s Manufacturing Co y Beretta USA.
Algunas de estas demandas han sido desestimadas por las cortes con el argumento de que existe una ley que protege a los fabricantes de armas del “uso indebido” de sus productos, pero México argumenta que esa norma no puede dejar en la impunidad los daños extraterritoriales causados por “irresponsabilidades” de las empresas denunciadas.
El 4 de marzo próximo la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos realizará una audiencia pública para determinar si las empresas demandadas por México pueden tener, o no, responsabilidad legal por el flujo de armas que acaban en manos de grupos criminales mexicanos.

Torres Hernández considera que la decisión de Sheinbaum de insistir ante Trump en la necesidad de que Estados Unidos combata el tráfico de armas es adecuada porque en el ámbito de seguridad debe haber un principio de corresponsabilidad entre ambos países.
“Así como Estados Unidos le pide a México hace más para detener el tráfico de fentanilo, México tiene el derecho de pedir a Estados Unidos que haga más frente al tráfico de armas”, asegura la investigadora del Colmex.
El jueves último, tras una reunión entre los gabinetes de seguridad de México y Estados Unidos ambos países anunciaron en un comunicado que implementarán acciones “orientadas a fortalecer el combate al crimen organizado en ambos lados de la frontera, con el objetivo central de disminuir las muertes en ambos países por consumo de fentanilo ilegal y por uso de armas de fuego traficadas ilegalmente”.