Luis Dorado, especialista en salud metabólica, señala que ha aumentado el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión
infobae.com
Cada 4 de marzo, el Día Mundial de la Obesidad busca generar conciencia sobre una enfermedad que afecta a millones de personas y representa uno de los mayores desafíos de salud pública a nivel global. México se posiciona entre los países con mayores índices de obesidad a nivel mundial.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), más del 75 por ciento de los adultos y el 38 por ciento de los niños y adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, una situación alarmante que impacta la salud pública.
El doctor Luis Dorado, director y fundador de la Clínica Vitahealth, explicó en entrevista con Infobae que este problema tiene un origen multifactorial. “No se trata solo de malos hábitos alimenticios, sino de una combinación de factores como el sedentarismo, la predisposición genética y el entorno obesogénico, donde predominan los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas”, señaló el especialista.
El impacto de la obesidad en la salud y la economía
El avance de la obesidad en México no solo ha disparado los casos de diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, sino que también representa un gran costo para el sistema de salud. Se estima que el país gasta miles de millones de pesos anualmente en el tratamiento de enfermedades derivadas de esta condición, lo que afecta tanto a la economía pública como a las familias mexicanas.

Además, la obesidad tiene un impacto significativo en la calidad de vida. “No es solo una cuestión estética, sino un problema de salud serio que aumenta el riesgo de complicaciones médicas y reduce la esperanza de vida”, advirtió el doctor Dorado.
Las consecuencias de una población con sobrepeso
El especialista alertó que la obesidad es la principal causa de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Además, incrementa los costos de atención médica y reduce la calidad de vida de quienes la padecen.
“La obesidad no es solo un problema de hábitos, sino también biológico y genético. Existen genes que influyen en el metabolismo, el almacenamiento de grasa y la sensación de saciedad. Sin embargo, el entorno y el estilo de vida también juegan un papel clave”, explicó el Dr. Dorado.
Factores poco conocidos que influyen en la obesidad
Además de la alimentación y la genética, hay otros factores que pueden desencadenar la obesidad:
- Estrés: aumenta la producción de cortisol, lo que favorece la acumulación de grasa abdominal.
- Falta de sueño: desequilibra las hormonas del hambre y ralentiza el metabolismo.
- Microbiota intestinal: un desbalance en las bacterias del intestino puede afectar la absorción de nutrientes y la regulación del peso.
¿Se pueden revertir los daños?
El doctor Dorado asegura que, aunque algunas enfermedades asociadas a la obesidad pueden volverse irreversibles, mejorar el estilo de vida con una alimentación saludable y actividad física puede detener y hasta revertir muchas complicaciones.

“El cambio es posible con educación en salud y un entorno que fomente mejores hábitos. La clave está en la prevención”, señaló el especialista.
¿Cómo combatir la obesidad en México?
- Promover la educación nutricional desde la infancia.
- Regular el acceso a alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
- Fomentar la actividad física en la población.
- Implementar estrategias personalizadas para quienes tienen predisposición genética.
La obesidad es un problema de salud pública, pero con prevención y cambios en el estilo de vida, se pueden reducir sus efectos y mejorar la calidad de vida de millones de personas.